A medida que uno va viviendo es inevitable ir acumulando cosas. Creo que es inherente al ser humano… Es como tener una mochila que siempre llevas contigo y que vas llenando sin parar. Y, a veces, sin ser consciente de que, como un puñado de piedras, nos empuja hacia el fondo del océano de forma inevitable. Creo que yo soy de ésas. Conservo cajitas de tesoros, como una de cartón cuadrada en la que tengo una entrada de cine que compré con mi primer novio, un juguete de un Happy Meal, servilletas de un sitio especial, una polaroid, una flor seca, una nota que me llegó con unas flores y papeles con frases que alguien escribió pensando en mí… Son cajas llenas de momentos, más que de recuerdos. Son escenas, como de una película; en cuanto ves el objeto te teletransportas y viajas a ese instante. Son recuerdos concretos cargados de emociones y sentimientos que, como un puzzle, forman el mapa de tu vida y de quién eres. Pero, ¿qué pasaría si en algún momento hiciéramos limpieza? Me refiero a quedarnos con lo esencial; guardar esa cajita, sí, pero también deshacernos de las cosas que pesan más. Es como bajar al sótano y ser realista sobre lo que de verdad vas a utilizar. Si tiras esa banqueta que ha sobrevivido a dos mudanzas pero que durante el 80% de tu vida ni te acuerdas de ella, ¿supondrá una perdida tan grande? Acumulamos de todo, acumulamos sin medida y sin parar. Los recuerdos son eso: recuerdos; forman parte del pasado y por ello es precioso viajar de vez en cuando hasta ellos, pero no llevarlos anclados en la chepa. Poco a poco me doy cuenta de que deberíamos viajar más ligero para vivir más fácil así el presente.
En verano hay veces que hasta la ropa te agobia. Las prendas ceñidas, los zapatos cerrados, ¡¡hasta el sujetador!! Por eso, creo que es importante elegir bien el vestuario para que éste no añada mas agonía a la que ya viene con los 40 grados al sol. Las noches de verano es lo que más me gusta. Sentir la brisa fresca, compartir risas, momentos esos momentos tan pequeños que sabes que hasta el siguiente verano no te volverán a pasar. Cenar con el balcón abierto mirando una película en el sofá. Echaba tanto de menos, el aire a verano, lo echaba tanto de menos que no quiero que pasen los meses. Es curioso cuando retrocedes en el tiempo y piensas en todo lo que has vivido ya, y las cosas que te hubieran gustado vivirlas con más intensidad y notas que has crecido, que te has echo mayor ojala tuviera los 16 otra vez, pasaron tan rápido y me quedaron tantas cosas por vivir. A medida que vamos cumpliendo años, vamos actuando de diferente forma y manera, notas que las cosas que hacías antes cuando tenías 16 no las puedes hacer ahora que tienes 19, nos damos cuenta de que rápido pasa el tiempo.
El verano es tiempo de calma. De bajar las persianas y de estar refugiados en casa como topos para que los 30 grados no entren en el salón. De hacer una cena en el balcón y como postre improvisar un helado de fresas natural y relamerse el palo. De coger el cucurucho de picotas fresquitas y comerlas como pipas... De ir a la playa y olvidarse de las zapatillas, ir descalzo a todas partes y desempolvar el neopreno para meterse en el agua. De recordar cómo de pequeña mi madre me daba ''manguerazos en figueras. Pero, sobre todo, el verano de toda la vida, el que huele a su brisa fresca de media noche. Sabe a ventanas abiertas y a la sábana arremolinada a los pies de la cama. A gazpacho o granizado de limón bien fresquito.
Quiero explicarte todo lo que has sido para mi en el instituto.Será difícil que me salgan las palabras, pero lo voy a intentar. Sabes yo no elegí enamorarme de ti, las cosas pasan y cuando pasan no puedes evitarlo por mucho que quieras. Todo fue tan rápido, fue en un instante vi algo en ti, que no vi en los demás superaba a todas las personas que tenía a mi alrededor. El corazón es el que más manda en esto del amor, yo no podía decirle a mi corazón que dejará de sentir por ti, porque todas las mañanas me levantaba pensando en '' si te voy a ver'' Joder y claro que te veía.
Dicen que cuando te ha dejado de gustar una persona ya no te puede gustar nunca más, porque te fijas en otros chicos. Eso es mentira, la gente puede entrar en tu cabeza remover todo lo que sentiste por esa persona y volverse a ir sin decir nada. Dejarte alguna puerta abierta a la esperanza. Verdaderamente nunca dejas de amar a una persona del todo siempre hay algo que queda ahí, aun que sea tan minúsculo que no lo sientas pero está ahí. Cuando nos gusta alguien del instituto es difícil saber si te va a corresponder a no ser que te acerques tu. Yo nunca he dejado de querer a alguien, simplemente que se ha ido suprimiendo todo lo que sentía por el por situaciones que pasan en la vida. Lo más importante de una relación no es los recuerdos, o los momentos vividos es que nunca encontrará a nadie como tú. Y cuando ya no estás aferrada/o a esa persona te sientes libre, capaz de hacer cosas que antes no podías hacer.
Vamos a ver si eres tan fuerte como pareces. Vamos a empujarte, vamos a tirarte, vamos hacerte caer y cuando te levantas, patada en la espinilla y al suelo, y cuando te levantes, puñalada en la espalda y al suelo. Y cuando empieces a arrastrarte intentando huir, patada en el estómago. Vamos a destrozarte tanto que ya no te podrás ni mover. Cuando nos cansemos, te pediremos perdón, te extenderemos la mano para que la cojas, para ayudarte a levantarte, y cuando estés de pie, cuando ya confíes en nosotros, cuando menos te lo esperes, el suelo será otra vez tu mejor amigo. Te haremos promesas, pero serán mentira.
A veces algo es muy curioso cuando abres un cajón y empiezas a sacar cosas que ni te acordabas que estaban ahí. Miras en el cajón y ves las cosas revueltas y empiezas a tirar de una esquina y al final acabas descubriendo, que es. Cambiar de aires siempre es bueno, empezar de nuevo en otro sitio con otra gente. Dormir, descansar, viajar, ver películas desayunar sin haberte lavado la cara, o ir a comprar con un medio moño, siempre es bueno cambiar de sitio para poder mejorar como personas. Aun que cueste, es lo mejor que puedes hacer. Igual que cuando te deshaces de algunos recuerdos que tenías guardados en algún cajón realmente los tiramos o los cambiamos de lugar porque sabemos que nos recuerdan a esa persona, y lo metemos en una caja, donde nunca miraremos lo que hay dentro, le pides a un familiar tuyo que la esconda, pero que no sea vea, para así no saber donde tienes la caja. Yo os recomiendo que lo mejor, es tirarlo o guardarlo en casa de algún familiar, para que no te siga recordando, a esa persona que una vez amaste tanto!! Pasear por el mercadillo donde te encuentras paraditas de cosas antiguas, de muebles que están llenos de polvo, pero aún así te gustan. Respirar el aire de esa ciudad tan bonita a la que tanto echas de menos,y perderte en ella mientras disfrutas de una noche inolvidable.
Y te despiertas un buen día, y te das cuenta que todo, a cambiado que a quien parecías gustarle ahora ni te mira, ni te habla. Todas las esperanzas que tenías hacía esa persona, se marcharon de golpe y porrazo, y sientes como algo dentro de ti, se acciona y te dice que sigas a delante que ya encontrarás a alguien que de verdad valga la pena. Y sigues esperando ha esa persona, que tanto deseas, y llega un debido momento que te das cuenta de verdad que por mucho, que esperes no llegará. Que la verdad es que tienes que buscarlo cuando menos te lo esperas, y yo ya estoy cansada de dar más de lo que tengo y no recibir nada a cambio.
En la vida, tomamos caminos que no sabemos a donde nos llevan, y tenemos que seguir adelante para saber donde empezó todo, cual fue el error que tanto cometí. Y si no falló una vez falló miles de veces y eso me hacer ser fuerte, para no volver a cometer los mismos fallos una y otra vez. Cada día que pasa, la vida se me hace más larga, y la gente bueno la gente ya no es la misma que hace 5 años, aquellos por los que tenías tanto apreció empiezan a dejarte de lado, y notas como vuestra amistad se va enfriando cada vez más. Sientes un nudo en el corazón, que no te deja respirar, que te dice que avances y que sigas adelante aun que lleves una bola de prisión atada en el pie.
Cuando notas que una parte de tu vida se apagado de repente, que por dentro ya no brilla la misma luz que antes brillaba. Es curioso como desaparece alguien que ha estado siempre en tu vida, y sabes que no vas a volver a verle nunca más. Alguien a quien has querido, a quien por una cosa o otra te une algo. Pero todavía es más extraño cuando tu parte que se fue ya no volverá más, porque sabes que en un rinconcito de tu alma, algo ha desaparecido y está completamente vació. Me refiero a que con sólo buscar un álbum de fotos puedes verle toda la eternidad, pero sabes que no es lo mismo que cuando una persona estaba con nosotros. O cuando miras vídeos y puedes escuchar su voz, verle moverse, es inquietante pero a la vez algo maravilloso, porque tienes un recuerdo que nadie jamas podrá tener.
Hay gente que con solo mirarte es capaz de saber como te sientes, qué te pasa, por qué no sonríes o simplemente qué necesitas. Pero hay otra gente que por mucho que te mira no te ve. No buscan conocerte, no buscan saber de ti. Serás esa chica "guapa" con la que se cruzaron en aquella estación de metro, o esa sonrisa tímida que les saludó desde el andén contrario. No serás más que un tímido "buenas tardes" que se les sentó al lado en aquel metro. Te olvidarán, porque no emplearon el tiempo suficiente en mirarte para poder recordarte después. Nos convertimos diariamente en recuerdos borrosos. Nos cruzamos con cientos de personas al día las cuales en un 88% de veces no nos conocen.
Hoy tengo una necesidad extraña de gritar cosas, de reventar la barrera del sonido con risas. De sentirme como una esponjosa nube viajando por el cielo de tu mente. A veces tengo la necesidad de perderme en sitios extraños, de descubrir los secretos más guardados de la gente más callada con solo mirarles. Es gracioso no conocer de nada a una persona pero estar respirando su mismo aire. Me gusta recorrer el exterior con la mirada, clavar los pies en el suelo y dejar que mis ojos se diviertan buscando recuerdos con los que poder soñar luego. Paisajes a los que poder viajar cada vez que los cierre, labios a los que poder besar cada vez que lo necesite. Miradas con las que poder cruzarme una y otra vez o simplemente sonrisas que me hagan seguir sonriendo a mi. Me gusta dejar que mi mente desaparezca mientras mi cuerpo se queda sentado a solas con mi corazón intimando un poco.
Cuando te enamoras de una persona, piensas que todo lo de esa persona es perfecto y bonito. Y en verdad no es así, es lo que nos quieren hacer creer, y no lo es. El año pasado me enamoré de alguien que no de vi de hacerlo, y eso que lo conocía de hace mucho tiempo, pero jamás pensé que pudiera enamorarme de esa persona. La primera vez que me falló, le di una nueva oportunidad pensando que así podría cambiar y mejorar las cosas pero no os engañéis, las personas no cambian, y si cambian es para peor. Después de darle varias oportunidades exactamente 7 me rendí ya no sabía si yo tenía la culpa de todo, porque me dejaba manejar a su antojo, o si lo veía incapaz de fallarme siempre.
Hoy escribo desde mi nuevo blog, para reflexionar sobre algo. Cuando decides cambiar de aspecto, de carácter la gente empieza a mirarte con otros ojos, y te hacen miles de preguntas como ¿ Porqué? ¿porque ahora? o ¿ Para qué? Siempre es mejor, cambiar, aprender y mejorar, que no hacer que cambias y no hayas aprendido nada y sigas siendo la misma persona que has sido siempre. Igual pasa cuando cerramos la puerta a la esperanza, estamos tan cansados de esperar que entre por una puerta que nos rendimos fácilmente sin darnos cuenta de que las cosas vienen cuando más dejas de buscarlas, por muy largo que sea el camino, al final del todo siempre obtienes recompensa. Es curioso cuando decides dejar de hablar al alguien de la noche a la mañana cuando ha sido tu amigo/a de la infancia, por el simple hecho de que quieres cambiar, y mejorar como persona.